“El nacimiento y las experiencias prenatales constituyen los fundamentos de la personalidad humana. Todo aquello en que nos convertimos o en que esperamos convertirnos está influido por lo que nos ocurre en estos dos periodos críticos”. (Thomas Verny)
Como sea que haya sido, nuestro “guión natal” – el conjunto de circunstancias en las que hemos venido a la vida desde la concepción hasta los primeros meses después del nacimiento – influye en nosotros de forma muy profunda y sus huellas invisibles tienen eco en toda nuestra vida.
Cuanto más conscientes nos hacemos de ese eco, cuanto más integramos y asentimos a esas circunstancias de forma consciente, más podemos tomar la fuerza de nuestro origen y nuestro lugar en la vida.
Las constelaciones del guión natal nos invitan a explorar el campo de nuestras primeras memorias y abren un espacio particularmente propicio a la sanación, donde se mueven energías relacionadas con las dinámicas más profundas de la vida.
De ahí, el poder y la repercusión de este trabajo que, entre otros beneficios, nos ayuda a reconocer, integrar y liberar las vivencias a menudo traumáticas que han marcado nuestra etapa pre y perinatal y que, escondidas en lo profundo de nuestro inconsciente, han seguido hasta ahora condicionando nuestra vida adulta.